Manuel Romero

La libertad y diversidad de nuestro trabajo. Creo que en estos 26 años que llevo en Bejo, jamás he tenido un día repetido. La verdad es que salir todos los días de tu casa contento, porque vas a hacer algo que te gusta y no tiene precio, si viviera otra vida intentaría volver a entrar en esta empresa.

 

A veces que te falta tiempo para realizarlo. Y cuando estoy de vacaciones en la playa con la cervecita, que te llame un cliente y tener que explicarle que ya no le haces más descuento.

 

A mi Sevilla no la cambio por “ná”, mi feria, pasear en primavera con olor a azahar. Y por supuesto en la época en la que vivo.

 

Mi primer viaje a Holanda con el Golf negro de Pedro, con los cristales tintados por el humo del tabaco, fuimos con un cliente (Pastorino), para mí un viaje irrepetible por la ilusión con el que lo hice. Ahí empecé a saber que Pedro se conoce todas las carreteras del mundo.

También un viaje desde Málaga a Amsterdam con Christiaan y Rafa, nos llevamos las 3 horas del vuelo de risas.

 

Antes correr, ahora llevo un año de excedencia del deporte. Bueno en verano hago pesas con las jarras de Cruzcampo.

 

Un buen arroz, unas lentejas… la verdad es que disfruto de una buena comida.

 

“SADE”...estar en casa un fin de semana de invierno, con la chimenea puesta, con una copita de un buen vino escuchándola, es un placer.

 

Siempre me ha gustado mucho la ciencia ficción, de hecho, de niño quería ser astronauta y al final me he quedado en un campo de zanahoria mirando a la luna. Mi película “lo que el viento se llevó”… soy un romántico.

 

Antes no. Ahora tengo un labrador “Ulises” y reconozco que ellos te quieren incondicionalmente.

 

La verdad es que no.

 

Zanahoria y remolacha.

 

Siempre fue la zanahoria, aunque últimamente lo es el puerro.

 

El de sanar a los enfermos.

 

Por supuesto, siempre los he tenido. En eso hemos sido innovadores. Todavía recuerdo hablando por el primer móvil, cuando casi nadie tenía y me escondía porque me daba vergüenza de que dijeran “que tonto”, como ha cambiado todo.

 

A la enfermedad de los míos.

 

Hemos cambiado mucho desde que comencé, pero es normal, nos hemos hecho una empresa grande y veo que desde Holanda están sabiendo gestionar ese prometedor futuro que tenemos por delante.