Los apicultores de Bejo se esfuerzan por criar colonias de gran calidad y mantener la población de abejas sana. Las abejas son los principales polinizadores de la empresa de semillas y contribuyen a fertilizar el 80% de sus cultivos. Los ácaros Varroa suponen una gran amenaza para los insectos. Por ello, la investigación y la selección para promover la salud de las abejas son de vital importancia, afirma el apicultor de Bejo, Bram Vroegop.

Onion magazine De Groot en Slot – Diciembre de 2020

Las abejas son las campeonas de la polinización, señala Vroegop; si las perdemos, tendremos un gran problema. La razón por la que estos insectos son tan eficaces es que pueden desplegarse de forma controlada en grandes cantidades. Cada colmena que un apicultor coloca en un invernadero o un campo alberga una colonia de 20.000 a 40.000 polinizadores. "La salud de las abejas es muy importante", afirma. "Una colonia tiene que estar en condiciones óptimas. Las abejas tienen un sentido infalible para saber cuándo un cultivo está listo para la polinización. Y la calidad de las abejas determina el alcance de la polinización".

Colonias fuertes

Bejo tiene más de 15.000 colonias de abejas en todo el mundo, 1.200 de ellas en los Países Bajos. Cada colonia está formada por una reina, entre 20.000 y 40.000 obreras y 500 zánganos. La reina pone huevos y los zánganos sólo están para fecundarla. Las obreras, que sólo viven seis semanas, se encargan de la polinización. La investigación y selección de abejas se centra principalmente en los ácaros Varroa, la principal causa de mortalidad de las abejas, explica Vroegop. "Para mantener la población de abejas lo más sana posible, seleccionamos las colonias más fuertes y las utilizamos para la cría. En Bejo no sólo mejoramos los cultivos de hortalizas, sino también las colonias de abejas".

Al seleccionar las colonias, los criadores se fijan en cuatro rasgos: el comportamiento de búsqueda de alimento, la tendencia a enjambrar, el comportamiento higiénico (lo bien que las abejas hacen frente a las enfermedades) y la higiene sensible a Varroa (VSH), o la resistencia a los ácaros Varroa. "Criamos nuestras propias reinas a partir de nuestras mejores colonias, de modo que obtenemos colonias muy sanas y vitales para una polinización óptima", afirma Vroegop. "En nuestra investigación también buscamos formas de utilizar la nutrición y mejores técnicas apícolas para desarrollar colonias de abejas más fuertes".

Polinización de los Alliums

Para la polinización en invernadero, un especialista en cultivos determina cuándo es el momento de introducir las abejas, que suele ser cuando florece entre el 10% y el 20% del cultivo. También decide cuándo se completa la polinización. El número de colmenas necesarias depende del tamaño del invernadero. El comportamiento del vuelo se controla continuamente.

Los alliums se polinizan entre principios de junio y mediados de julio; una colmena puede permanecer en un invernadero de tres a cuatro semanas. Se plantan campos de flores fuera de los invernaderos para que las abejas tengan un lugar donde recuperarse completamente después de la polinización. "La polinización debilita las colonias", explica Vroegop. "Es importante dar a los insectos la oportunidad de recuperarse cuando salen del invernadero. Si es necesario, las alimentamos con agua azucarada". Cada noche, las abejas vuelven al invernadero. Allí se limpian para el día siguiente. Así se evita la polinización con polen extraño de los campos de flores, dice el apicultor. "Las abejas son criaturas muy higiénicas. Así que es importante que nosotros también trabajemos con higiene".

Los apicultores de Bejo participan en un estudio de investigación sobre el ácaro Varroa con la Universidad de Ciencias Aplicadas Inholland, la Universidad de Ciencias Aplicadas Van Hall Larenstein y la fundación Arista Bee Research. "En este proyecto de investigación buscamos un marcador genético para saber si una colonia es resistente al ácaro Varroa", señala Vroegop.